sábado, 23 de enero de 2010

Informe 141-A: Módulo de punto cero (ZPM)

En uno de nuestros numerosos viajes por el Stargate, encontramos un artefacto de gran interés.



Creado por los mismos que construyeron los Stargates, este aparato llamado módulo de punto cero, es capaz de generar cantidades inusitadas de energía.


Como no podía ser de otra manera, me encargaron a mí como jefe del proyecto para comprender su funcionamiento.
Sinceramente, en un principio no obtuvimos ningún resultado positivo.
No teníamos ni idea de por donde empezar.
Fue gracias a un arqueólogo del equipo cuando comenzamos a avanzar.
Dicho arqueólogo encontró y tradujo unos escritos de los creadores de los Stargate, donde se explicaba parcialmente el funcionamiento del ZPM.


A continuación detallo las conclusiones a las que llegamos.

El aparato utiliza la energía de punto cero. Esta es la mínima energía que puede tener un estado cuántico, también llamada energía fundamental del sistema.
De alguna manera que todavía no comprendemos, el ZPM es capaz de extraer y utilizar esta energía. Dado que la energía de punto cero es la mínima que se puede tener, a pesar de haberla "extraido", esta permanece.
La primera cuestión que se nos plantea es que estamos obteniendo energía de un aparato que no la pierde, es como si la repusiera al instante. Esto contradice de manera manifiesta uno de los principios fundamentales de la física, el conocido principio de conservación de la energía.
Además, a raíz de esto podríamos concluir que el ZPM nunca se agotaría. Es decir, podríamos obtener una cantidad arbitrariamente grande de energía (suponiendo un tiempo lo suficientemente grande) a partir de una energía mínima.
Cómo explicar esto fue nuestro siguiente reto.
Hubo dos soluciones posibles.
La primera, la cual no gustó mucho a ninguno de los físicos, es considerar falso el principio de conservación de la energía al menos para casos especiales como este.
La segunda es, basándonos en dicho principio, analizar más profundamente el ZPM para encontrar que el balance de energía fuese conservado.
Tras numerosos experimentos descubrimos que, a medida que obteníamos energía del ZPM, en su interior se iban generando partículas exóticas. Comentar que las partículas exóticas tienen masa negativa de forma que, su energía en reposo (E=mc^2) es también negativa.
La cantidad de partículas exóticas generadas era la adecuada para compensar la energía que se requería para reestablecer la energía de punto cero extraída por nosotros.
De esta manera se conserva la energía.
Pero queda un punto importante por analizar. Cuánta energía podemos extraer de un sólo ZPM antes de que se agote, si es que se agota.
Primero, con una simple consideración logica, concluimos que el ZPM acabará agotándose. El momento en el que todo el volumen del aparato esté ocupado por partículas exóticas, no se podrá generar otra para suplir la creación de energía lo que evitará que obtengamos más energía del aparato.
Si el aparato ya contiene la máxima cantidad de partículas exóticas, al intentar extraer más energía de él, provocaríamos un aumento de la energía cinética de la materia exótica (energía cinética negativa), lo que supondría un aumento de la temperatura.


Esto establece un límite.
Dado que la máxima velocidad es la de la luz, las partículas no podrán adquirir una velocidad mayor.
Pero si tenemos en cuenta que aumenta la temperatura, el ZPM debería tener un sistema de seguridad que nos impida extraer más energía una vez haya adquirido cierta temperatura a partir de la cual la integridad del propio aparato se vería comprometida.
Dado que, en un principio, el interior del aparato estaba vacío de materia y, a medida que se extrae energía de él se crean nuevas partículas (de masa negativa), o se les incrementa su velocidad, podemos considerar que a medida que aumenta el desorden o entropía, el aparato se va agotando, hasta llegar a un estado de máxima entropía a partir del cual ya no se puede obtener más energía de él.
Nuestra siguiente preocupación es si se podría recargar el ZPM. De momento todas nuestras conjeturas concluyen que no es posible. Para recargarlo deberíamos aportarle energía, pero esta desaparecería de nuestros aparatos para ir a para al ZPM, con lo cual no desaparecerían partículas exóticas ya que la energía se conserva de base (desaparece de nuestro entorno y aparece en el ZPM, resultado neto igual a cero).


De momento seguiremos realizando pruebas al aparato para desvelar todos sus secretos.
El próximo informe, siempre que las pruebas aporten algo nuevo, volverá a tratar de este curioso dispositivo.
Nuestro siguiente campo de estudio es la estabilidad del mismo y el riesgo de que se produzca una explosión del ZPM y la magnitud que tendría dicha explosión.






Informe 141-A cerrado

Doctor Rodney Zelenka
Departamento de Física de la Montaña Cheyene