sábado, 23 de enero de 2010

Informe 141-A: Módulo de punto cero (ZPM)

En uno de nuestros numerosos viajes por el Stargate, encontramos un artefacto de gran interés.



Creado por los mismos que construyeron los Stargates, este aparato llamado módulo de punto cero, es capaz de generar cantidades inusitadas de energía.


Como no podía ser de otra manera, me encargaron a mí como jefe del proyecto para comprender su funcionamiento.
Sinceramente, en un principio no obtuvimos ningún resultado positivo.
No teníamos ni idea de por donde empezar.
Fue gracias a un arqueólogo del equipo cuando comenzamos a avanzar.
Dicho arqueólogo encontró y tradujo unos escritos de los creadores de los Stargate, donde se explicaba parcialmente el funcionamiento del ZPM.


A continuación detallo las conclusiones a las que llegamos.

El aparato utiliza la energía de punto cero. Esta es la mínima energía que puede tener un estado cuántico, también llamada energía fundamental del sistema.
De alguna manera que todavía no comprendemos, el ZPM es capaz de extraer y utilizar esta energía. Dado que la energía de punto cero es la mínima que se puede tener, a pesar de haberla "extraido", esta permanece.
La primera cuestión que se nos plantea es que estamos obteniendo energía de un aparato que no la pierde, es como si la repusiera al instante. Esto contradice de manera manifiesta uno de los principios fundamentales de la física, el conocido principio de conservación de la energía.
Además, a raíz de esto podríamos concluir que el ZPM nunca se agotaría. Es decir, podríamos obtener una cantidad arbitrariamente grande de energía (suponiendo un tiempo lo suficientemente grande) a partir de una energía mínima.
Cómo explicar esto fue nuestro siguiente reto.
Hubo dos soluciones posibles.
La primera, la cual no gustó mucho a ninguno de los físicos, es considerar falso el principio de conservación de la energía al menos para casos especiales como este.
La segunda es, basándonos en dicho principio, analizar más profundamente el ZPM para encontrar que el balance de energía fuese conservado.
Tras numerosos experimentos descubrimos que, a medida que obteníamos energía del ZPM, en su interior se iban generando partículas exóticas. Comentar que las partículas exóticas tienen masa negativa de forma que, su energía en reposo (E=mc^2) es también negativa.
La cantidad de partículas exóticas generadas era la adecuada para compensar la energía que se requería para reestablecer la energía de punto cero extraída por nosotros.
De esta manera se conserva la energía.
Pero queda un punto importante por analizar. Cuánta energía podemos extraer de un sólo ZPM antes de que se agote, si es que se agota.
Primero, con una simple consideración logica, concluimos que el ZPM acabará agotándose. El momento en el que todo el volumen del aparato esté ocupado por partículas exóticas, no se podrá generar otra para suplir la creación de energía lo que evitará que obtengamos más energía del aparato.
Si el aparato ya contiene la máxima cantidad de partículas exóticas, al intentar extraer más energía de él, provocaríamos un aumento de la energía cinética de la materia exótica (energía cinética negativa), lo que supondría un aumento de la temperatura.


Esto establece un límite.
Dado que la máxima velocidad es la de la luz, las partículas no podrán adquirir una velocidad mayor.
Pero si tenemos en cuenta que aumenta la temperatura, el ZPM debería tener un sistema de seguridad que nos impida extraer más energía una vez haya adquirido cierta temperatura a partir de la cual la integridad del propio aparato se vería comprometida.
Dado que, en un principio, el interior del aparato estaba vacío de materia y, a medida que se extrae energía de él se crean nuevas partículas (de masa negativa), o se les incrementa su velocidad, podemos considerar que a medida que aumenta el desorden o entropía, el aparato se va agotando, hasta llegar a un estado de máxima entropía a partir del cual ya no se puede obtener más energía de él.
Nuestra siguiente preocupación es si se podría recargar el ZPM. De momento todas nuestras conjeturas concluyen que no es posible. Para recargarlo deberíamos aportarle energía, pero esta desaparecería de nuestros aparatos para ir a para al ZPM, con lo cual no desaparecerían partículas exóticas ya que la energía se conserva de base (desaparece de nuestro entorno y aparece en el ZPM, resultado neto igual a cero).


De momento seguiremos realizando pruebas al aparato para desvelar todos sus secretos.
El próximo informe, siempre que las pruebas aporten algo nuevo, volverá a tratar de este curioso dispositivo.
Nuestro siguiente campo de estudio es la estabilidad del mismo y el riesgo de que se produzca una explosión del ZPM y la magnitud que tendría dicha explosión.






Informe 141-A cerrado

Doctor Rodney Zelenka
Departamento de Física de la Montaña Cheyene

sábado, 16 de enero de 2010

Informe 135: Stargate

Hace más de cincuenta años fue encontrado enterrado en Egipto un extraño dispositivo en forma de anillo con desconcertantes inscripciones.
Tras traducir dichos escritos se llegó a la conclusión de que el llamado Stargate era capaz de abrir un agujero de gusano contactando con otro Stargate permitiendo así el viaje casi instantáneo a través del universo.


Aquí vemos el momento de la extracción.
Fue trasladado inmediatamente a Estados Unidos para su estudio y durante casi cuatro décadas se mantuvo en total secreto.

Tras algunas pruebas fallidas de comprenderlo fui llamado para formar parte de un equipo de científicos con la importante misión de desentrañar sus secretos, bajo la protección de la Montaña Cheyene.

El primer gran desafío fue el de proporcionar energía al aparato para que funcionara.
No pueden imaginarse mi sorpresa al comprobar que proporcionándole una tensión eléctrica desde un generador que teníamos en la base el aparato se activó.
Mi primera conclusión lógica fue pensar que el Stargate tiene numerosos dispositivos de encendido, cada uno diseñado para las múltiples formas de energía que se le pudieran suministrar.
La otra teoría nada satisfactoria es pensar que los que crearon este aparato utilizaban exactamente la misma fuente que nosotros.
Aquí tenemos una simulación del encendido del Stargate.



Como primeras conclusiones sobre el funcionamiento del aparato tenemos:

- El tiempo de viaje medio es de unos cinco segundos, con variaciones imperceptibles.
- Se conserva el estado de movimiento al atravesarlo.
- Permite el paso de ondas electromagnéticas o gravitacionales, pero no de perturbaciones mecánicas.
- El tiempo máximo que puede estar activo es de 38 minutos.
- La energía para crear un agujero debe provenir del Stargete que realiza la llamada aunque la energía para mantenerlo abierto puede proceder de ambos aparatos.
- El Stargate diferencia entre un intento de atravesarlo y la presión que ejercerían las partículas de líquidos o gases sobre él. Es decir, un Stargate bajo el océano no transportaría el agua, o uno en una atmósfera el aire.

Hablemos un poco de la forma en que funciona este increíblemente útil dispositivo.
Este aparato crea un agujero de gusano que conecta con otro Stargate. El que llama, desmaterializa y transmite la información de toda la materia que lo atraviesa, al que recibe la llamada. Este envío se realiza a través del "subespacio". Una vez el Stargate de destino recibe toda la información, reintegra la materia y energía recibidas.
Suponiendo que este envío de información se realiza a la velocidad de la luz, podemos suponer con bastante fundamento que el subespacio ha de ser una versión extremadamente reducida del universo. Para hacernos una idea, el subespacio sería como el índice, el universo la enciclopedia y el Stargate la persona que encuentra la página solicitada sin necesidad de pasar por todas las intermedias gracias a la información que obtuvo del índice.
Haciendo consideraciones descaradamente a la baja, vamos a estimar la cantidad de información que debe almacenar, enviar y posteriormente (el otro Stargate) interpretar y recomponer un Stargate cuando lo atraviesa una persona.
El primer problema que nos enconctramos es el principio de incertidumbre de Heisenberg. Dado que el Stargate mantiene el estado de movimiento de un cuerpo al atravesarlo deducimos que lo almacena de alguna manera. Por otra parte también debe almacenar la posición de todas y cada una de las partículas con respecto al resto de ellas, para poder recomponer el cuerpo con exactitud. Con esto queda claro que dispone de un mecanismo para hacer medidas sin perturbar ninguno de esos dos aspectos de la materia (posición y estado de movimiento)
El siguiente paso es estimar cuanta información se necesita almacenar de una partícula para tenerla completamente definida.
Supongamos que cada Stargate dispone de una base de datos donde poder "consultar" las propiedades de las distintas partículas elementales. Con esto logramos que sólo se necesite almacenar el tipo de partícula, su posición respecto a las demás y su estado de movimiento.
El número de partículas elementales conocidas es de 16 (6 tipos de quarks, 6 tipos de leptones y 4 portadoras de fuerza), es decir 6 bits de informacion reservado para esto por cada partícula.
Supongamos que para establecer el estado de cualquier partícula se necesite únicamente conocer sus números cuánticos: l, n, m y s. (En la primera pregunta podemos ver los datos sobre estos números)
El mayor número para l sería 7 como se puede ver en la tabla periodica.
De esta manera necesitaremos  3 bits para el número l, otros 3 para el n, 4 para el m (varía de -l a +l) y 1 bit para el s (spin).
El mayor número de electrones que puede contener un átomo es 109 (es el caso del Meitnerio), lo que nos da que debemos multiplicar el número anterior de bits por 7. Lo que nos da 119 bits.

También deberemos conocer a qué átomo se refiere, suponiendo que existen 109 átomos, necesitaremos  otros 7 bits. Nos da 833 bits.
Ahora debemos dar la posición del centro del átomo respecto del punto anteriormente citado.
Para ello necesitaremos tres grupos de bits, un grupo por cada coordenada.
Si consideramos que el punto de referencia es el centro del Stargate y que su radio es aproximadamente de 3 metros podemos estimar que la mayor distancia de una partícula a ese punto será de 3 metros.

La precision de la medida deberá ser suficiente como para no confundir un átomo con otro. Tomaremos el tamaño del hidrógeno como referencia. Necesitamos una precisión de al menos 10 cifras (tamaño del átomo de hidrógeno 1,0586·10^-10m). Como la máxima distancia son tres metros necesitaremos un rango que abarque al menos hasta el número 30000000000.
Esto nos da la necesidad de usar 35 bits (vease este conversor) más 1 (negativos) para cada coordenada lo que da como total 108 bits.
Si la velocidad máxima es la de la luz necesitamos 39 bits más 1 (negativos) para cada coordenada. Son 120 bits. Suponiendo que la precisión no requiera ser superior a 1mm/s.

Consideremos que una persona es todo agua a la hora de calcular el número de átomos que tiene (no para los cálculos anteriores que se reducirían exageradamente si todas las moléculas son iguales)
La masa de una molécula de agua es de aproximadamente 18u. Si suponemos la masa de una persona de 80kg tenemos que el número de moles de agua que tendrá será:
80kg / 0.018kg = 4444 moles.
Multiplicando por el número de avogadro tenemos el número de moléculas de agua:
4444 moles · 6,022·10^23 = 2,7·10^23 nº de moléculas.
Como cada molécula de agua tiene 3 átomos obtenemos 8,1·10^23.
Multiplicando ese número de átomos por los 1061 bits que determinan su posición, velocidad  y su configuración electrónica (108+120+833); obtenemos la nada despreciable cantidad de:
8,6·10^26 bits para una sola persona con todas las simplificaciones realizadas. Que son 1,07·10^26 bytes.
Esto equivale a 107 yottabytes de información.
Para hacernos una idea este valor es 214000 veces mayor que el tamaño actual de todo internet (que son unos 0.0005 yottabytes)
Sin duda es un aparato extraordinario.


 En otros informes trataremos otros interesantes aspectos de este aparato.
A medida que lo vayamos utilizando para explorar el universo descubriremos con seguridad  cosas asombrosas de las que seré el encargado de analizar.
De momento me dispongo a atravesar por primera vez este apasionante aparato.


Informe 135 cerrado

Doctor Rodney Zelenka
Departamento de Física de la Montaña Cheyene



martes, 12 de enero de 2010

La Ruina Eterna (2)


Tras largos minutos en una bizarra combinación de grotescos sonidos y distorsionadas imágenes el proyector formó de nuevo algo coherente, al menos para algún animal con mayor raciocinio que el inesperado espectador.

- “Este es un comunicado de alerta. Se ha detectado que en las últimas horas todos los hielos han comenzado a hundirse. Según fuentes cercanas al servicio de inteligencia relacionan el efecto a una fuga de partículas y radiación extraña de un proyecto de investigación del CERN. En directo establecemos conexión con Hrafnkell Gunnhildur, físico de partículas del instituto de investigación elemental de Vest-Agder en Noruega” -

- “Nos encontramos frente a una situación peligrosa. Las consecuencias pueden ser terribles para todo el planeta. La estructura del agua se ha visto alterada y, en consecuencia se ha unido a diversas partículas de cuya naturaleza no somos conocedores por completo. Este hecho ha modificado la densidad del agua en su estado sólido, recortando los enlaces de hidrógeno y volviendo al hielo más denso. Como primera catástrofe tenemos el hundimiento de los polos que elevará en enorme medida el nivel del mar” -

- “Entonces, ¿estamos hablando del fin del mundo?” -

- “Bueno, es pronto para emitir un juicio de ese nivel. Las predicciones no son nada buenas. De momento ciñámonos a los hechos. Aparte del hundimiento de todas las masas de hielo de la Tierra, el punto de fusión y ebullición del agua también se han alterado, de forma que tendremos agua sólida hasta los quince grados centígrados y agua líquida tan sólo hasta los cincuenta. Esto provocará que aumenten las precipitaciones y las nevadas agravando aún más el aumento del nivel del mar. Además se cortarán las corrientes naturales del Atlántico propiciando una nueva era helada. Se recomienda a la población emigrar a zonas lo más elevadas posibles” -

A partir de este momento se sucedieron varias imágenes borrosas. Procedentes del aparato se oían ensordecedores gritos de desesperación seguidos de un abisal silencio. Una nublada imagen mostraba una imperiosa nevada y varias figuras humanoides desapareciendo bajo el agua. Sin duda el paraíso terrenal del desgraciado animal, que sentía como las fuerzas lo abandonaban sin esperanza de poder volver al océano. Tras un chasquido otra figura asomó por el aparato. Nada sorprendido de este hecho, el animal contempló, de nuevo, otra imagen parlante que surgía del aire.

- “Aquí Johann Müller. No se si alguien escuchará esto algún día. Ni siquiera estoy seguro de que quede alguien más con vida. Acabo de encontrar este aparato y, tras cacharrear un poco con él he logrado activarlo para grabar mensajes. No se cuanto tiempo me queda hasta que el agua llegue hasta este nivel. Al parecer, ni siquiera los altos rascacielos podrán contener este aluvión. La idea del doctor Kölinsher de huir a las montañas no fue tan genialmente evidente como propusieron algunos. Según tengo entendido el enfriamiento global ha convertido a toda la tierra por encima de los mil metros en un desierto helado, con un frío extremo. Además, a esa altura la nieve y el hielo son permanentes. Resumiendo, las montañas no son un lugar viable para subsistir. De momento me encuentro a quinientos metros de altura y la temperatura desciende ya a los cincuenta grados bajo cero. Las provisiones escasean y mis dos únicos acompañantes han caído presas de la hipotermia debido a un accidental encontronazo con una gélida masa de agua. Dado que la temperatura es terriblemente baja me encuentro ante una curiosa anécdota, puesto que mi mayor escasez es precisamente el agua potable y en estado líquido. De momento seguiré subiendo los diferentes pisos de este edificio y rezaré por que el agua no llegue hasta la azotea. Siento abandonar los cuerpos de mis compañeros pero hace rato ya que se fueron de este mundo. Corto y cierro” -


Apenas unos segundos más tarde se activaba de nuevo el proyector. Se trataba de la misma figura de antes pero en un lugar distinto. Alrededor suyo ya no había enormes paredes de hormigón sino un enrabietado cielo que descargaba sin cesar una interminable y a la vez hermosa nevada.

- “Aquí Johann Müller de nuevo. Tras llegar a la azotea mis terribles predicciones se hicieron patentes. Más abajo mi vista no alcanza a ver más que agua. Además una intensa nevada reina todo el paisaje. En el último piso me encontré con varias personas que hacía tiempo habían perecido con claros síntomas de congelamiento. Me encuentro solo. En estos momentos me planteo muchas preguntas. No soy precisamente un estudioso de la ciencia pero no por ello no me asaltan dudas. ¿Cómo pudimos llegar a esta situación?. Al principio no eran más que advertencias por televisor del peligro que suponía la presente situación. Nadie se tomó en serio las terribles predicciones. Me acuerdo ver a mis hijos jugando con los hielos que se formaban cada vez más habitualmente. Incluso las primeras nevadas se recibieron de buen gusto. Hasta la llegada del primer Tsunami la gente no comprendió que esto era el fin. Es curioso, desde mi punto de vista, privilegiado desde lo alto de este rascacielos, la muerte tiene un hermoso aspecto. Los copos de nieve hundiéndose en el agua, la cual ocupa todo lo que alcanza mi visión. El fluido vital y, por lo visto, también mortal, centellea con un elegante destello reflejando la luz que se filtra entre las nubes plagadas de nieve. Hace tiempo contemplé un pequeño calamar impulsándose por las gélidas aguas. Me pregunto si la vida marina subsistirá. ¿Será este el final para todos, o solo para los habitantes de la superficie?. Sin duda un humilde final para la gloriosa y pretenciosa humanidad. Tan solo quedarán ruinas submarinas, o con suerte, asomarán algunas antenas de las torres más altas o los últimos pisos de los rascacielos más prominentes. Han pasado ya tres semanas desde que abandonamos el grupo principal para entrar en este edificio. Y desde hace cinco días estoy completamente solo. Desolado, sin ningún Dios al que rezar, ningún hombro amigo al que acercarme. Me remitiré a disfrutar de este glorioso momento. Abrazaré las heladas caricias de la cercana muerte. Me hundiré en las gélidas aguas del olvido. Desde el grandioso edificio Hypo-Haus de Munich se despide de este mundo Johann Müller, esperando no ser el último hombre vivo. 'Bis bald Menschheit'.” -


Tras esto, el aparato crepitó y después de desprender un mortecino gas negruzco se apagó para no volver a encenderse nunca más.
Johann Müller, las extrañas figuras ataviadas con batas, los curiosos especímenes reunidos en torno a una mesa; todos ellos, que habían acompañado al asustado animal durante los momentos más espeluznantes de su vida, dejaron sitio a un silencio que lo dominaba todo. Apenas alguna ola rompiendo suavemente perturbaba la reinante paz. 
 
El inmenso océano era lo último que quedaba de la grandiosidad de la Tierra. Toda la humanidad había sido engullida por la ruina eterna. El último testigo de su magnificencia era un humilde cefalópodo condenado hacía horas a una agonizante muerte en un islote que, para él, carecía completamente de interés.

Al igual que hiciera Johann Müller tiempo atrás, el animal, erguido de orgullo y ya sin miedo a la muerte encontró su final.




THE END

La Ruina Eterna (1)


Su perezosa mirada escudriñaba los pequeños rincones entre las rocas, mientras arrastraba sus antenas por la arenisca en busca de algún pequeño molusco. Su cola se movía de un lado a otro aparatosamente para mantener el equilibrio mientras inspeccionaba esa zona. Un insostenible temblor abatía su escamoso cuerpo para hacer frente al mortal frío reinante en las aguas poco profundas del eterno océano. 
 
De repente algo se agitó delante suyo. Ávido de capturarlo, fuera lo que fuere, se impulsó presto hacia delante. Guiado por su hipersensible sentido del tacto, crucial para sobrevivir en este adverso mundo, siguió el movimiento serpenteante de su futura presa hasta unos pequeños salientes de roca.
La criatura se volvió y encaró a su perseguidor. Comenzó a hincharse hasta alcanzar un tamaño que casi triplicaba el original. El predador vaciló. Desvanecida su sensación de superioridad inicial, comenzó a retroceder, momento en el que el hábil y teatral molusco aprovechó para desaparecer entre las turbias aguas del fondo. 
 
Aturdido, volvió a su terreno de caza en busca de una presa menos dotada para la supervivencia. Durante un tiempo esperó en silencio e inmóvil. Las horas avanzaban y su posibilidad de conseguir alimento disminuía al mismo ritmo.
De pronto una fuerte corriente arrastró al extraño cefalópodo. Un colosal pez de aspecto parecido al de un tiburón pero con las escamas mucho más duras y gruesas se agitaba como loco en las cercanías, provocando una fuerte marea contra la cual nuestro invertebrado no podía más que dejarse llevar.

La sacudida levantó pequeños guijarros y desprendió parte de la arenisca del fondo dejando al descubierto la inmensa capa de hielo que circundaba todo el océano desde el fondo. Varios animales camuflados quedaron repentinamente al descubierto y fueron arrastrados también. La creciente ola transportó a nuestro octópodo unos cuantos metros hasta que el oleaje lo dejó varado en un islote de pequeñas dimensiones.

El animal enloqueció, empezó a moverse en todas direcciones en busca del agua pero el oleaje había remitido y el mar se encontraba a varios metros de distancia. Uno de sus bruscos azotes golpeó contra un extraño objeto que se encontraba, hasta entonces, inerte en la playa. Quizás fuera un animal terrestre, peligroso tal vez. Pero en ese momento la mayor preocupación era volver a la seguridad del océano. En ese momento un sonido que jamás había percibido lo inundó. Resignado ya a permanecer en tierra hasta la llegada de una ola fortuita o de su muerte escuchó, sin entender, la voz que procedía de tan peculiar aparato, el cual observaba ahora a la perfección.

Un objeto ortoédrico de medio metro de largo y un cuarto de ancho, con apenas un par de centímetros de altura del que surgían dos figuras humanas ataviadas con sendas batas blancas. El sonido, aunque sin significado para el animal, inundaba todo el islote con un característico eco. Alrededor, extrañas estructuras asomaban entre la arena; sin saberlo, había quedado varado en uno de los pocos islotes que quedaban asomando por encima del interminable océano, que no era otra cosa que un montón de escombros de una antigua ciudad.

- Mensaje de seguridad Alpha 1: “Se comunica a todos los departamentos que el experimento se llevará a cabo a las 14:00 horas del presente día. Se requerirá pase de seguridad rojo para acceder a las áreas de control y quedará restringido el acceso a las áreas de mantenimiento y de experimentación. Es obligado el uso de trajes Geisser para todo el personal...”- 
 
El sonido se distorsionó notablemente y extraños ruidos comenzaron a surgir del aparato. Sin que nuestro cefalópodo se diera cuenta el holoproyector estaba reproduciendo secuencias grabadas de una forma caótica debido a los daños sufridos. Tras unos instantes de emisiones sin sentido una nueva figura se formó, transparente en el aire, y comenzó de nuevo a hablar. En este momento la silueta se erguía solitaria con un traje anti-radiación; pero claro, todo esto no significaba nada para el animal.

- Anotación Tercera: “Los problemas continúan en el acelerador principal. Las partículas extrañas tienen demasiada energía y se escapan a nuestras trampas de vacío. La materia ordinaria que rodea dichas trampas empieza a interaccionar con las partículas extrañas produciendo efectos notablemente dañinos. La radiación emitida es altamente mortal y se han cerrado completamente las salidas del LHC. Si no surge alguna genial idea que arregle este desbarajuste habrá que considerar la purga total de las instalaciones” - 
 
Al desaparecer la imagen, la mirada del animal se centró de nuevo en el pequeño islote que lo rodeaba. Una gran estructura metálica puntiaguda regía el centro de la isla. A su vera surgían de la arena armazones grisáceos rodeados de una ingente cantidad de vidrios fragmentados. De nuevo una imagen despertó su curiosidad.

- Anotación sexta: “Debido a un fallo generalizado del protocolo de estabilidad se ha comprometido la seguridad de todo el complejo. Es posible que haya habido fugas importantes de radiación. Se recomienda la evacuación total del LCH y de un perímetro de al menos cien kilómetros” -
La figura se desvanece y casi al instante surgen otras cuatro reunidas alrededor de una mesa de madera.
- “La situación es grave me temo. Las partículas extrañas se adhieren rápidamente a las moléculas de agua alterando sustancialmente su comportamiento. En concreto estabilizan los pares de electrones libres del oxígeno” -
- “Explíquese. ¿En qué nos afecta esto?, recuerde que somos políticos no científicos”-
- “Pues la mayor preocupación con respecto a esto es que si se estabilizan los pares libres del oxígeno, a su vez se acortan las distancias de los enlaces de puente de hidrógeno... Está bien, para que nos entendamos; es posible que en estas circunstancias el agua en forma sólida pase a ser considerablemente más densa que en su forma líquida” -
- “¿Es una broma?, ¿ha convocado una sesión extraordinaria sólo para eso?. Perfecto, ahora el hielo de mi Martiny quedará en el fondo en lugar de estar alegremente flotando junto a mi rodaja de limón. ¿Qué peligro puede haber en eso?” -
- “Estoy de acuerdo con su anterior afirmación, no son científicos. Déjeme explicarle la gravedad del asunto...” -

En ese instante la imagen se esfumó y durante un corto lapso quedó en silencio.
A lo lejos, tenebrosos nubarrones se apresuraban a cubrir el cielo. Se tornaron repentinamente en un color blanco radiante y comenzaron a caer de forma pesada trozos de hielo que al llegar al agua se hundían rápidamente. La tormenta apenas rozó el islote descargando minucias en comparación con la tempestad que se cernía más al sur. Aciago alivio para el agonizante animal deseoso de volver a sentir el abrazo del mar. 

La perturbación atmosférica apenas duró unos minutos y el cielo quedó de nuevo completamente despejado. A pesar del radiante sol la temperatura ambiente apenas rozaba los cero grados aunque, acostumbrado al frío intenso del océano, el cefalópodo sentía un agobiante calor.

Hagamos un paréntesis catastrofista

Dado que no tengo otra manera para contactar rápidamente con el resto de alumnos de Física en la ciencia ficción, aprovecho este blog para publicar el relato que nos pidió Sergio para entregar.
Lo dejo en dos partes para que sea una lectura más llevadera. Pero recordad, después nuestro amigo Rodney Zelenka volverá a hacer de las suyas.

domingo, 10 de enero de 2010

Informe 33 - El hombre gigante

Ante nosotros tenemos a un superhéroe bastante conocido. Su nombre es Henry Pym. La capacidad que más destaca en él es un intelecto asombroso. Como muchos otros héroes es un aclamado científico y su mayor logro es un extraño fluido que al tomarlo le permite crecer desmesuradamente. 
Según nuestros datos, Henry está especializado en la bioquímica, pero teniendo en cuenta los datos que desvelaremos más adelante, parece ser que dispone de conocimientos físicos que se nos escapan.
Según fuentes oficiales la altura normal de Henry Pym es de 1,83 metros y su masa es de 84 kilogramos.
Aplicando el sencillo principio de la escala y sabiendo por datos precisos la altura de Pym una vez se transforma en gigante, podemos calcular su masa final.
Al crecer Pym pasa a tener una altura de 18.3 metros, es decir, diez veces más.
Siguiendo la ley de la escala se establece que su fuerza habrá aumentado cien veces más (por la sección de los músculos) y su masa aumentará mil veces.
Resumiendo su masa final es de 8400 kilogramos.
Si suponemos que aparte de su gran intelecto, su fuerza es la habitual en un humano podemos establecer que es capaz de levantar su propio peso. Esto es una fuerza relativa de uno. (fuerza relativa = fuerza total/masa)
Dado que su masa aumentó en mil veces pero su fuerza solo cien, nos queda una fuerza relativa de 0,1, lo que quiere decir que no podría ni de lejos con su propio peso.
Como lo que contemplamos es todo lo contrario debemos concluir que de alguna manera que desconocemos, aumenta considerablemente su fuerza más allá del simple crecimiento de los músculos.

Más misterios sobre ese extraño fluido.
Lo que más nos inquieta es de donde aparecen esos más de 8000 kilogramos de masa. Como es lógico pensar, proceden directamente del fluido. En la actualidad la forma más concentrada de energía conocida es la  masa, con lo que para crear 8000 kilogramos de masa a partir de energía siguiendo la famosa E = mc^2, la masa del fluido ingerido habría de ser esa misma.
Como esto es completamente imposible dado que entre otras muchas obviedades, Henry sostiene el frasco mientras lo bebe, concluimos que Pym conoce alguna forma más concentrada que la masa para almacenar energía.
Además toda esa transformación de energía repentina daría como resultado una explosión de proporciones gigantescas.

Hay muchos otros problemas relacionados con el aumento descomunal de tamaño, pero éstos ya fueron tratados por otros científicos en otras investigaciones, como posibles problemas cardiacos:
http://physicsattack.blogspot.com/2009/10/el-problema-de-corazon-de-la-mujer-de.html
Tambien habría que considerar el inmenso tamaño de sus tímpanos, incapaces de vibrar con frecuencias altas, al igual que sus cuerdas vocales, condenadas a emitir infrasonidos. O el desmesurado tamaño de sus ojos, los cuales habrían de cegarlo de la cantidad enorme de luz que captarían.
¿Y el cerebro?. Un aumento considerable del número de neuronas y de sinapsis deberían concederle una inteligencia muchísimo superior a la de base grandiosa que tiene.
En cambio las observaciones realizadas ponen en evidencia que ninguno de estos cambios parecen ocurrir. Todo un misterio.
En otras palabras, a muchos físicos les encantaría conseguir echarle el guante a esa fórmula especial que usa Hank Pym, el hombre gigante.


Informe 33 cerrado

Doctor Rodney Zelenka
Departamento de Física del Pentágono