martes, 12 de enero de 2010

La Ruina Eterna (1)


Su perezosa mirada escudriñaba los pequeños rincones entre las rocas, mientras arrastraba sus antenas por la arenisca en busca de algún pequeño molusco. Su cola se movía de un lado a otro aparatosamente para mantener el equilibrio mientras inspeccionaba esa zona. Un insostenible temblor abatía su escamoso cuerpo para hacer frente al mortal frío reinante en las aguas poco profundas del eterno océano. 
 
De repente algo se agitó delante suyo. Ávido de capturarlo, fuera lo que fuere, se impulsó presto hacia delante. Guiado por su hipersensible sentido del tacto, crucial para sobrevivir en este adverso mundo, siguió el movimiento serpenteante de su futura presa hasta unos pequeños salientes de roca.
La criatura se volvió y encaró a su perseguidor. Comenzó a hincharse hasta alcanzar un tamaño que casi triplicaba el original. El predador vaciló. Desvanecida su sensación de superioridad inicial, comenzó a retroceder, momento en el que el hábil y teatral molusco aprovechó para desaparecer entre las turbias aguas del fondo. 
 
Aturdido, volvió a su terreno de caza en busca de una presa menos dotada para la supervivencia. Durante un tiempo esperó en silencio e inmóvil. Las horas avanzaban y su posibilidad de conseguir alimento disminuía al mismo ritmo.
De pronto una fuerte corriente arrastró al extraño cefalópodo. Un colosal pez de aspecto parecido al de un tiburón pero con las escamas mucho más duras y gruesas se agitaba como loco en las cercanías, provocando una fuerte marea contra la cual nuestro invertebrado no podía más que dejarse llevar.

La sacudida levantó pequeños guijarros y desprendió parte de la arenisca del fondo dejando al descubierto la inmensa capa de hielo que circundaba todo el océano desde el fondo. Varios animales camuflados quedaron repentinamente al descubierto y fueron arrastrados también. La creciente ola transportó a nuestro octópodo unos cuantos metros hasta que el oleaje lo dejó varado en un islote de pequeñas dimensiones.

El animal enloqueció, empezó a moverse en todas direcciones en busca del agua pero el oleaje había remitido y el mar se encontraba a varios metros de distancia. Uno de sus bruscos azotes golpeó contra un extraño objeto que se encontraba, hasta entonces, inerte en la playa. Quizás fuera un animal terrestre, peligroso tal vez. Pero en ese momento la mayor preocupación era volver a la seguridad del océano. En ese momento un sonido que jamás había percibido lo inundó. Resignado ya a permanecer en tierra hasta la llegada de una ola fortuita o de su muerte escuchó, sin entender, la voz que procedía de tan peculiar aparato, el cual observaba ahora a la perfección.

Un objeto ortoédrico de medio metro de largo y un cuarto de ancho, con apenas un par de centímetros de altura del que surgían dos figuras humanas ataviadas con sendas batas blancas. El sonido, aunque sin significado para el animal, inundaba todo el islote con un característico eco. Alrededor, extrañas estructuras asomaban entre la arena; sin saberlo, había quedado varado en uno de los pocos islotes que quedaban asomando por encima del interminable océano, que no era otra cosa que un montón de escombros de una antigua ciudad.

- Mensaje de seguridad Alpha 1: “Se comunica a todos los departamentos que el experimento se llevará a cabo a las 14:00 horas del presente día. Se requerirá pase de seguridad rojo para acceder a las áreas de control y quedará restringido el acceso a las áreas de mantenimiento y de experimentación. Es obligado el uso de trajes Geisser para todo el personal...”- 
 
El sonido se distorsionó notablemente y extraños ruidos comenzaron a surgir del aparato. Sin que nuestro cefalópodo se diera cuenta el holoproyector estaba reproduciendo secuencias grabadas de una forma caótica debido a los daños sufridos. Tras unos instantes de emisiones sin sentido una nueva figura se formó, transparente en el aire, y comenzó de nuevo a hablar. En este momento la silueta se erguía solitaria con un traje anti-radiación; pero claro, todo esto no significaba nada para el animal.

- Anotación Tercera: “Los problemas continúan en el acelerador principal. Las partículas extrañas tienen demasiada energía y se escapan a nuestras trampas de vacío. La materia ordinaria que rodea dichas trampas empieza a interaccionar con las partículas extrañas produciendo efectos notablemente dañinos. La radiación emitida es altamente mortal y se han cerrado completamente las salidas del LHC. Si no surge alguna genial idea que arregle este desbarajuste habrá que considerar la purga total de las instalaciones” - 
 
Al desaparecer la imagen, la mirada del animal se centró de nuevo en el pequeño islote que lo rodeaba. Una gran estructura metálica puntiaguda regía el centro de la isla. A su vera surgían de la arena armazones grisáceos rodeados de una ingente cantidad de vidrios fragmentados. De nuevo una imagen despertó su curiosidad.

- Anotación sexta: “Debido a un fallo generalizado del protocolo de estabilidad se ha comprometido la seguridad de todo el complejo. Es posible que haya habido fugas importantes de radiación. Se recomienda la evacuación total del LCH y de un perímetro de al menos cien kilómetros” -
La figura se desvanece y casi al instante surgen otras cuatro reunidas alrededor de una mesa de madera.
- “La situación es grave me temo. Las partículas extrañas se adhieren rápidamente a las moléculas de agua alterando sustancialmente su comportamiento. En concreto estabilizan los pares de electrones libres del oxígeno” -
- “Explíquese. ¿En qué nos afecta esto?, recuerde que somos políticos no científicos”-
- “Pues la mayor preocupación con respecto a esto es que si se estabilizan los pares libres del oxígeno, a su vez se acortan las distancias de los enlaces de puente de hidrógeno... Está bien, para que nos entendamos; es posible que en estas circunstancias el agua en forma sólida pase a ser considerablemente más densa que en su forma líquida” -
- “¿Es una broma?, ¿ha convocado una sesión extraordinaria sólo para eso?. Perfecto, ahora el hielo de mi Martiny quedará en el fondo en lugar de estar alegremente flotando junto a mi rodaja de limón. ¿Qué peligro puede haber en eso?” -
- “Estoy de acuerdo con su anterior afirmación, no son científicos. Déjeme explicarle la gravedad del asunto...” -

En ese instante la imagen se esfumó y durante un corto lapso quedó en silencio.
A lo lejos, tenebrosos nubarrones se apresuraban a cubrir el cielo. Se tornaron repentinamente en un color blanco radiante y comenzaron a caer de forma pesada trozos de hielo que al llegar al agua se hundían rápidamente. La tormenta apenas rozó el islote descargando minucias en comparación con la tempestad que se cernía más al sur. Aciago alivio para el agonizante animal deseoso de volver a sentir el abrazo del mar. 

La perturbación atmosférica apenas duró unos minutos y el cielo quedó de nuevo completamente despejado. A pesar del radiante sol la temperatura ambiente apenas rozaba los cero grados aunque, acostumbrado al frío intenso del océano, el cefalópodo sentía un agobiante calor.

2 comentarios:

  1. Eh, he visto que falta una coma y que hay una parte en la que cambias de tiempo verbal durante una línea.

    ResponderEliminar
  2. a mi de momento me gusta que tiquismikis richi jaja, lo de la coma tendrías que decir donde, pues no he hechado en falta ninguna y lo del tiempo verbal yo no lo veo un error, sino un recurso literario.

    ResponderEliminar